Esta celebración tenía dos características especiales: la primera es que los adultos provienen de la catequesis familiar, en concreto ocho son madres de niños que tomarán la comunión el año que viene y que tras un proceso de dos años de catequesis han llegado al punto de querer recibir este sacramento y comprometerse con la comunidad cristiana.
La segunda característica es la siguiente: desde el año 1994 no se celebraba el sacramento de la confrmación en Jimena, ni en la Estación de Jimena. 17 años sin ese sacramento fundamental para nuestra vida de fe y nuestra iniciación cristiana.
Fue una celebración recogida, organizada, con momentos intensos de oración, con alguna que otra lágrima de emoción durante la imposición de manos y la crismación, animada por el coro de niños de la parroquia y presidida por el obispo de Cádiz y Ceuta, Mons. Antonio Ceballos Atienza.
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